(Por: Blanca Velasco) Cuidarnos desde jóvenes es la manera de conservar una excelente visión para el resto de nuestra vida. Adoptando una serie de hábitos saludables, que se pueden adquirir facilmente, conseguiremos además de un visión sana, una mayor calidad de vida.
Unas pautas fundamentales son:
–> Descansar lo suficiente, 7 horas como mínimo.
–> Cuando fijemos la vista de cerca como por ejemplo al leer o usar pantallas (ordenador, tablets o móvil), reliazaremos pausas frecuentes para relajar la vista.
–> Tener cuidado al aplicar los cosméticos y sprays para el pelo que pueden irritar la conjuntiva o incluso provocar alergias.
–> Lavarse las manos con frecuencia para no trasnmitir bacterias u otros gérmenes.
Estas son sencillas costumbres que contibuyen a nuestra salud ocular.
Pero, ¿Cuáles son los hábitos de vida saludables para nuestros ojos?
- Visitar al Óptico-Optometrista: De forma general hay que hace una visita como mínimo cada dos años a revisar nuestra visión para detectar posibles cambios en la misma, se tengan o no gafas. Es especialmente importante revisarse la vista en caso de que haya riesgo de padecer diabetes o hipertensión, se experimenten cambios visuales o se sospecha de lesiones. En el caso de que ya seas usuario de gafas y/o lentes de contacto, es casi obligatorio revisar tu visión cada año para comprobar si la graduación sigue ajustándose a tus necesidades visuales.
- Dieta mixta y equilibrada. Agua: incluir especialmente las verduras, pescado y alimentos ricos en antioxidantes, como las vitaminas A y C. Estos alimentos son muy beneficiosos para la función visual. Por ejemplo, los ácidos grasos omega 3, presentes en el pescado azul y las nueces, son importantes para la mácula, parte del ojo que se encarga de la visión central. Como ya sabemos, hay que beber 2 litros de agua al día para una buena hidratación de nuestro organismo. Este hábito también es necesario para conservar la salud ocular.
- Evitar el consumo excesivo de grasas saturadas: este tipo de grasas poco saludabñles causan la aterosclerosis, es decir, depósitos de colesterol en las arterias que dificultan la circulación de la sangre. Esta puede también afectar al ojo, que será más sensible a la aterosclerosis debido a que está irrigado por capilares, que son mucho mas estrechos que venas y arterias.
- No fumar: el tabaco es uno de los mayores enemigos para la salud en todos los sentidos: es responsable de varios tipos de cáncer no sólo de pulmón, garganta o boca, está implicado en la aterosclerosis o produce la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) por poner algunos ejemplos. En nuestros ojos que es el tema que nos ocupa, produce altos niveles de estrés oxidativo.
- Hacer ejercicio: la actividad física practicada de forma regular mejora la circulación sanguinea, lo que favorece la oxigenación ocular y la eliminación de toxinas, además de disminuir el riesgo de padecer diabetes, obesidad o hipertensión.
- Usar gafas de sol: las gafas de sol de calidad (homologadas) nos protegen de las radiaciones UV dañinas tanto en invierno como en verano. Tanto las gafas de sol, como las graduadas, hay que comprarlas en un establecimiento de Óptica, donde un profesional nos asesora y nos garantiza la categoría y calidad de las lentes. No caigas en la tentación de adquirilas en mercadillos y otros establecimientos no autorizados.
- Vigilar la vista durante el embarazo: debido a los cambios hormonales que se producen durante el embarazo, estos pueden afectar y alterar de forma temporal el grosor de la córnea. Por otra parte, se puede producir una mayor sequedad ocular provocando molestias en usuarias de lentes de contacto. La buena noticia es que todo vuelve a la normalidad con la llegada del bebé.
- Cuidarnos del uso excesivo de pantallas: hoy en día todos somos usuarios de pantallas. En el trabajo y en casa frente al ordenador, y en nuestro tiempo de ocio con los llamados smartphones, tablets o el televisor. Son muchas horas al día frente a pantallas, casi sin darnos cuenta. Por ello es recomendable parar 15 minutos cada dos horas cuando se trabaje con ordenador y también cada 20 minutos, asomarse por la ventana o dirigir la mirada al infinito durante unos 20 segundos para cambiar el enfoque de los ojos. Además parpadear con regularidad hace que se evite la sequedad ocular.
Esperamos que esto hábitos que son fáciles de adquirir os ayuden a mejorar vuestra calidad de vida y como siempre… ¡Consúltanos!
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