Cuidado de las pieles maduras en invierno

Cuidado de las pieles maduras en invierno

Categorías: Dermofarmacia

(Por: Blanca Velasco) En la actualidad hay infinidad de anuncios y publicaciones sobre los cuidados de la piel donde se nos muestran mujeres con pieles jóvenes, sin arrugas, ni flaccidez, manchas o imperfecciones en el rostro. Pero sabemos que esa no es la realidad y que el paso del tiempo va dejando huella en nuestra piel, en mayor o menor medida. ¿Qué hacer cuando llegamos a tener una piel madura? Podemos pensar que, hagamos lo que hagamos, ya no hay mucha solución pues la mayoría de los cuidados van dirigidos y son más efectivos en la prevención y en retrasar el envejecimiento más que a corregir los signos del envejecimiento. En mi opinión, una piel madura debe cuidarse con mayor intensidad. Con unos buenos cuidados diarios, con mucha constancia y los tratamientos óptimos mostraremos una piel bonita y cuidada.

¿A qué edad consideramos que una piel es madura?

No existe una edad exacta. Podemos considerarla cuando se retira la menstruación y entramos en la menopausia. También se puede considerar a partir de los 50 años. Pero aun así y como decía, no hay una edad exacta y todo dependerá de como hayamos tratado nuestra piel a lo largo del tiempo. Por eso hay pieles que han sido especialmente castigadas, poco o mal cuidadas, mujeres que han sufrido menopausia precoz… todas ellas presentan de manera temprana signos de envejecimiento propios de las pieles maduras.

Características de la piel madura

La piel, como todos los órganos del cuerpo, es para toda la vida. A diferencia del resto, la piel, tiene una importante capacidad de regeneración y reparación. Con el paso de los años esta capacidad de reparación se va reduciendo y en la madurez es prioritario estimular la regeneración cutánea. Además la piel, es uno de los órganos más expuestos al exterior, especialmente la piel de la cara y es en las zonas más expuestas: cara y manos, donde más se van a notar los cambios y por lo tanto, van a marcar la edad que tengamos o la edad que aparentemos en función del cuidado que hayamos hecho a lo largo de la vida.

Vamos ya con las características:

  • Sequedad
  • Áspera al tacto
  • Arrugas
  • Manchas
  • Pérdida de elasticidad y Firmeza
  • Disminución de la Renovación Celular
  • Tonalidad amarillenta o apagada, que se agrava con irregularidades en la pigmentación: las temidas manchas.
  • Pérdida de Elasticidad, Turgencia y Tonicidad. La piel se afina y adelgaza.
  • Los capilares sanguíneos se dilatan más, dando lugar a antiestéticas “venitas”, la cuperosis.
  • Se vuelve más frágil y cicatriza peor. 
  • Aumento de la sensibilidad a ciertos productos.

Situaciones a las que suelen encontrarse expuestas las pieles maduras.

Durante todo el año

  • Cambios hormonales
  • Dieta desequilibrada
  • Sedentarismo
  • Estrés y/o cansancio
  • Falta de sueño
  • Medicamentos: especial mención merecen los medicamentos ya que algunos pueden causar reacciones adversas sobre la piel: prurito, eczemas, urticaria o hiperpigmentaciones.
  • En concreto: la xerosis (piel seca debido a la falta de urea y/o falta del factor natural de hidratación (FHN) y lípidos de la barrera cutánea) la producen antidiabéticos orales, hipocolesteremiantes, diuréticos, laxantes, antihistamínicos. El prurito lo causan: opiáceos y derivados, progestágenos, testosterona, quimidina y ácido acetilsalicílico. Los corticoides agravan: estrías, arrugas y flacidez. Las manchas: hay muchos medicamentos fotosensiblizantes de diferentes grupos terapeúticos. Algunos aines y antiácidos son lo más comunes.

En invierno

 

  • Factores externos: los factores externos a los que se encuentra sometida la piel durante el invierno son lógicamente, debido a la climatología. Nuestra piel está expuesta al frío, viento, días de lluvia y/o nieve, y a cambios bruscos de temperatura debido a la calefacción de las viviendas, centros de trabajo, lugares de ocio, etc.

Por otra parte, la contaminación “ensucia” nuestra piel constantemente, tapona los poros, reduce la oxidación y la transpiración. El estrés también hace que presentemos un aspecto cansado, las arrugas se marcan más, etc.

 

¿Cúales son los cuidados en pieles maduras para combatir esta estación?

En primer lugar hablaremos de la rutina diaria que no se limitará solo a la piel de la cara sino que los cuidados se extenderán a cuello y escote que evidencian más los signos del envejecimiento. Estas zonas del cuerpo son más finas y tienen menos glándulas sebáceas pero además, son zonas olvidadas durante mucho tiempo que evidencian más el paso de los años. Por eso hay que cuidarlas antes y también en esta etapa.

El ritual que seguiremos será:

Mañana:

1/ Limpieza con productos adecuados para nuestra piel. Así los cosméticos que vamos a aplicar serán más efectivos.

2/ Cuidar con especial atención el contorno de ojos. Bien es sabido que en esta zona de la cara la piel es más fina y por tanto más sensible a las agresiones externas y la tensión producida por los gestos.

3/ Tratamiento complementario. A nuestro tratamiento diario añadiremos unas ampollas o sérum de hidratación para combatir la sequedad extra a la que se ve sometida nuestra piel por la climatología.

4/ Crema de día que contenga componentes hidratantes y emolientes para protegernos de la climatología, mejor con factor de protección SPF 30 para prevenir el fotoenvejecimiento cutáneo, manchas y arrugas.

Si usamos maquillaje, será mejor fluido con SPF 20, 25 o 30 para que el acabado sea lo más natural posible, siempre medio tono más claro que nuestra piel, ópticamente disimula las arrugas y hace la piel más joven.

A media tarde si vamos a salir y tanto si nos hemos maquillado por la mañana o no, usaremos unas gotitas de sérum hidratante que mejora nuestro aspecto y le damos un plus a la piel para continuar la jornada. A lo largo del día vamos perdiendo hidratación y más aún en invierno por la climatología y cambios bruscos de temperatura.

Noche:

1/ Limpieza para retirar los restos de maquillaje, suciedad, contaminación… Lo ideal es hacer la limpieza en 3 pasos, ya que de este modo, los tratamientos cosméticos que aplicaremos a continuación, serán mucho más eficaces al quedar el poro totalmente limpio.

2/ Aplicar contorno de ojos con principios activos antiarrugas, antibolsas y firmeza.

3/ Tratamiento complementario. Usaremos sérums con base de aceite que son muy nutritivos o incluso aceites esenciales (Argane, Rosa Mosqueta…) que tan de moda están ahora. Lo importante es que sean con principios activos que activen la renovación celular.

4/ Crema de noche con principios activos antiedad.

Por otra parte, durante el invierno será un buen momento para aplicar los tratamientos despigmentantes que son muy importantes en la piel madura ya que suelen aparecer manchas con más frecuencia que en pieles más jóvenes. La rutina será la siguiente:

 

Rutina Despigmentante Semanal

Estas pieles acumulan gran cantidad de células muertas, como ya dijimos la renovación celuñar está ralentizada, haciendo que el aspecto de la piel sea apagado y el tacto áspero por ello las rutinas semanales son igual de importantes que las diarias.

Exfoliación: esta se hará 2 veces a la semana.

Mascarilla: se hará 2 veces a la semana, tras la exfoliación. Las mascarillas serán de tratamiento, preferentemente hidratante. En los tratamientos despigmentantes se alternan la hidratante y con una de Ácido Glicólico.

En la zona del contorno de ojos, que es la más castigada podremos hacer también tratamientos semanales, con parches transdérmicos, para tratar bolsas y arrugas, 1 vez a la semana o 2. Así complementaremos el cuidado diario.

Todas estas rutinas son muy interesantes de complementar con la Nutricosmética y dar a nuestra piel un plus de micronutrientes y así luchar con más armas contra el envejecimiento cutáneo. Ejemplo: para las bolsas del contorno de ojos tomaremos tisanas drenantes. En la cuperosis es muy eficaz la Vid Roja para mejorar antiestéticas “venitas”.

Mascarillas recomendadas

Ejemplo de rutina diaria 1

Ejemplo de rutina diaria 2  

Componentes que deben llevar los cosméticos a usar

La clave para que las rutinas de belleza sean eficaces y tengamos resultados visibles son los principios activos que se encuentran en los cosméticos que usemos en nuestro día a día.

Por ello vamos a destacar los más importantes aunque el consejo experto del farmacéutico será decisivo.

– Ácido hialurónico: es uno de los componentes principales de nuestra piel presente en la dermis. Forma un film protector que retiene agua, aporta hidratación, alisa la piel y reduce aspereza, aumenta grosor de la piel, flexibilidad, así como relleno de arrugas desde el interior.

– Antioxidantes

–Vitamina A: aumenta el grosor de la epidermis y angiogénesis formación de vasos sanguíneos nuevos, aumenta la síntesis de colágeno.

–Vitamina E: potente antioxidante, rejuvenecedora y protector frente a radicales libres.

— Vitamina C: los preparados con concentraciones al 10% cuya función es proteger frente al fotoenvejecimiento, arrugas, elasticidad, neutralizando radicales libres y sus efectos nocivos. Unifica el tono de la piel, aporta luminosidad. Estimula el colágeno y la elastina.

– Resveratrol: activa los genes de la longevidad, frena los signos del envejecimiento, actúa mejorando el fotoenvejecimiento.

– Ácido ferúlico, Coenzima Q10, Nicotinamida también son moléculas antiedad.

– Regeneradores y Reparadores: capaces de conseguir una renovación de los queratinocitos. Alfa Hidroxiácidos (AHA): ácido glicólico,ácido Láctico, ácido salicílico, ácido málico,… son los más utilizados. Aumentan la renovación celular, son un poco irritantes, pero muy efectivos. Poseen propiedades hidratantes, despigmentantaes y regeneradoras. Mejora el tono de la piel y luminosidad. Reduce hiperqueratosis, suaviza y cierra el poro. Aumenta la exfoliación natural de la piel.

– Extractos vegetales: olea europea, aloe vera, vitis vinífera, aceites esenciales: rosa mosqueta, argane, jojoba, manteca de Karité,…

-Péptidos: son moléculas de  síntesis, resultado de combinaciones de cadenas cortas de AA. Se caracterizan porque aumentan la síntesis de colágeno. Algunos péptidos disminuyen la movilidad muscular actuando como el Botox en arrugas de expresión. Ejemplos: Eyeliss, Argireline, Seriseline…

-Protección solar todo el año: Es fundamental que a cualquier edad usemos diariamente una protección solar adapatada a nuestro fototipo de piel, la radiación solar es uno de los factores que más envejece la piel, produciendo manchas, arrugas y sequedad en la piel, muy dificil de recuperar.

 

¿Y la piel del resto del cuerpo?

No hay que olvidar la piel del resto del cuerpo. Los labios están muy expuestos a las inclemencias del tiempo por lo que usaremos un bálsamo labial reparador, independientemente de que los maquillemos o no.

En las manos aplicaremos una crema hidratante con SFP ya que tienden a mancharse.

Corporales con antioxidantes y protección solar

Y por supuesto, la corporal. Aunque en invierno vayamos protegidos con la ropa, nos duchamos con agua caliente, que supone un momento agradable y relajante para nuestro cuerpo, pero que hace que la piel “sufra” porque eliminamos la barrera hidrolipídica responsable de mantener la hidratación. Se usarán cremas emolientes como las de Avena tras la higiene diaria.

Leches corporales

Y para finalizar no descuidar nuestra dieta que nos cuida desde dentro. La alimentación debe ser rica en frutas y verduras para hidratarnos y tomar antioxidantes. Una dieta equilibrada que tiene que ser baja en grasas y rica en ácidos grasos monoinsaturados, como el aceite de oliva virgen extra (AOVE). Así como la ingesta de agua, que debe ser de 2 litros al día que podemos hacer en infusiones por ejemplo. También es muy recomendable hacer ejercicio físico 3 veces a la semana, caminar, es una actividad que puede hacer a esta edad. Y evitar el tabaco y el acohol. Una piel de fumadora es arrugada, con el tono apagado y de color oscuro o amarillento.

 

Como veis no es especialmente difícil cuidarse a esta edad y puede resultar muy satisfactorio. Verse bien, hace que mejore nuestra autoestima, nuestro estado de ánimo porque la belleza es posible a cualquier edad con una piel cuidada. 🙂

Blanca V.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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