Hoy vamos a hablar de las manchas, un tema recurrente después de cada verano o de una exposición solar prolongada como puede ser tras una temporada de trabajo al aire libre o en el campo.
Las arrugas y las manchas son el principal «chivato» de la edad en la piel o también un signo de un envejecimiento prematuro por largas exposiciones al sol sin la protección correcta. Una piel que se mantiene «alejada» del sol y/o bien protegida puede presentar un aspecto hasta 20 años más joven frente a una piel de las misma edad dañada por la radiación solar.
Cabe preguntarse, ¿todas las manchas que aparecen en nuestra piel son iguales? ¿Cuáles son las causas de las hiperpigmentaciones (manchas)? ¿Qué tipo de manchas tengo?
Conociendo el tipo de hiperpigmentación y cual es la causa que la produce, haciendo un buen diagnóstico del estado de la piel, podremos dar una solución efectiva.
Vamos a conocer entonces los tipos de manchas.
*** Melanóticas: Se deben al aumento del pigmento natural de la piel, la melanina. Se clasifican en:
- Efélides: Son lo que conocemos comunmente por pecas. Su origen es genético. Se acentúan con las exposiciones al sol.
- Léntigo solar: Son manchas de forma redondeada y plana, de pequeño tamaño. Su tonalidad es entre marrón amarillento y negro. Se localizan en las zonas expuestas al sol y se estimulan por la radiación UV.
- Melasma: Se localiza siguiendo tres patrones: cantrofacial (frente-nariz), malar (mejillas y nariz) y mandibular (maxilar inferior). La aparición del melasma se debe principalmente a factores hormonales: embarazo, toma de estrógenos y progestágenos, mal funcionamiento de los ovarios o del tiroides. Cuando se desarrolla en el embarazo se produce genralmente a partir del segundo mes de gestación y se llama «máscara de la embarazada» o «cloasma gravídico». Independientemente del origen del melasma, este se agrava con la exposición solar y normalmente en los meses de verano.
*** Melanocíticas: Se deben al aumento del número de melanocitos que son las células que producen el pigmento de la melanina.
- Nevus: Son los lunares que todos o casi todos tenemos. Son de tamaño y forma variable de color negruzco y algunos pueden presentar vello. Es una anomalía congénita, pero también puede adquirirse. Si crecen, presentan exudación, picor, dolor y/o signos inflamatorios hay que consultar directamente con el médico. Recordad la regla del ABCDE para vigilar los lunares: Asimetría, Bordes, Color, Diámetro y Evolución.
- Léntigo Senil: Son pequeñas máculas amarillo-parduzcasque aumentan en tamaño y en número, además de acentúar su color con el paso del tiempo. Aparecen a partir de los 40 aproximadamente, aunque no siempre. Se localizan con frecuencia en las manos independientemente de la radiación solar.
*** No Melanocíticas: Su origen no tiene nada que ver con las anteriores. Se deben al depósito de otras sustancias en las capas de la piel como tatuajes, metales (salas de plata), toma de medicamentos fotosensiblizantes (algún antibiótico, inmunosupresores, antoconceptivos, …), etc. Se trata de una reacción de la piel cuando interacciona la radiación solar con zonas de la piel expuestas a agentes químicos, físicos o mecánicos. La radiación UVA son los responsables del desarrollo de estas reacciones cutáneas. Se llaman hipercromías.
*** Hipercromías post-inflamatorias: Después de un proceso inflamatorio agudo o crónico suele aparecer una hiperpigmentación residual. Las afecciones cutáneas que suelen involucionar en hipercromías son: herpes, lupus, eczema, acném quemaduras o traumatismos cutáneos.
¿Cuales son las que pueden beneficiarse de un tratamiento tópico?
Pues bien, son las que os enumero a continuación las que con un diagnóstico adecuado y siendo constantes podemos controlar y/o eliminar:
– Efélides.
– Léntigo simple.
– Léntigo solar.
– Melasma.
– Melanosis por fotosensiblizantes (hipercromías).
– Hiperpigmentaciones post-inflamatorias.
Cómo os decía al principio de este artículo es fundamental un diagnóstico correcto que nos lleve a un tratamiento idóneo y efectivo. El origen de una hiperpigmentación puede ser muy diverso: genético, metabólico, endocrino, por la toma de medicamentos, nutricional, post-inflamatorio o neoplásico. Debemos saber que no todas ellas se tratan en consulta y seguimiento en la farmacia por profesionales formados y expertos, sino que algunas tendrán que ser tratadas por el médico especialista.
¿Cómo trataremos las manchas?
En principio como ya hemos dicho es fundamental un buen diagnóstico para un tratamiento eficaz por un profesional experto. Partiendo de esa premisa comenzaremos el tratamiento con un despigmentante. El tratamiento de elección será el adecuado según el tipo de mancha, tipo de piel, estado de la misma y que cumpla con la máxima seguridad tóxico-dermatológica.
En este tipo de tratamientos es necesario por un lado la constancia del paciente y por otro el seguimiento por parte del farmacéutico. Se requieren de 3 a 6 semanas de aplicación para poder observar alguna mejoría. En cualquier caso, el tratamiento no debe ser inferior a 3 meses, por lo que la temporada de otoño-invierno es la ideal. Y tambíén en primavera después de la campaña de aceituna.
Durante el tratamiento despigmentante es imprescindible la aplicación de una crema de alto índice de protección solar de amplio espectro. Esta aplicación será diaria incluso los días nublados.
Ritual de cuidados en un tratamiento despigmentante para potenciar su eficacia.
*Limpieza, Hidratación y Nutrición: Una máxima: cuánto más sana y cuiadada esté la piel, menos probabilidades tiene de mancharse.
*Exfoliación: Con la exfoliación se eliminan las células muertas que pueden favorecer la formación de manchas. Además se potencia la eficacia de los tratamientos despigmentantes. Según el tipo de piel se hará semanal o quincenalmente.
*Hidratación con protección solar: Es obvio que hay que proteger la piel de sol diariamente. Aunque no tomemos el sol siempre recibimos radiación al salir de casa.
*Maquillaje: Se pueden usar bases correctoras específicas para disimular las imperfecciones cutánea. La gran diferencia con respecto a las bases de maquillaje normales es el color y también la textura para realizar un maquillaje de corrección.
Otra opción son los correctores en stick, lápiz, crema, pincel.. formulados con texturas muy untuosas que hacen que el producto se funda con la piel o el fondo de maquillaje habitual.
Hasta aquí el post que esta semana hemos dedicado a las manchas.
Os esperamos en la farmacia para cualquier consulta.
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Blanca Velasco.
*Fotos: webs M. Lázaro y Microcaya.
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